Me acuerdo cuando siendo un pre-adolescente leí en un compilado de cuentos de Ciencia Ficción el cuento corto THE RACER (La Carrera) de Ib Melchior.
Dos tipos andaban en un auto llamado "El Búfalo", practicando un curioso deporte: cruzar una ciudad para llegar primeros por cualquier medio... incluso destruir el auto de sus oponentes. Pero también el protagonista en un momento del cuento recuerda que "había otra manera de sumar puntajes" y asombrando a su copiloto se mete en un pueblo cercano y comienza a atropellar gente.
Provoca un accidente fatal de lo cual se siente orgulloso mientras todo es transmitido en vivo . Y no entiendo las protestas de unos grupos de personas que se oponen a este deporte que hace partícipe del mismo a toda la población, y que se hacen llamar "anticarreristas". El cuento me impacto... y no sabía que en 1975 se había hecho una película sobre dicho juego llamada DEATH RACE que incluía en el reparto ni mas ni menos que a David Carradine y a Sylvester Stallone. (hay una remake del 2008, que para mi gusto pierde totalmente el sentido del cuento original y no es tan oscura)

El concepto era fuerte e inspiró un videojuego que es único en su género y que a su vez marcó todo un estilo de hacer videojuegos. Un juego de carreras, violento, sádico y con dósis de humor negro y elementos surrealistas por doquiera (como que el auto entre en modo PINBALL y rebote contra todo)

Se trata obviamente del CARMAGEDDON y es muy fiel al cuento corto del que les hablé, y lo reconocí enseguida cuando lo jugué. Fue prohibido en países como Brasil tras su salida, y en muchas partes salió una versión "diluída" donde los humanos atropellados eran en realidad "zombies" (excusa perfecta en todo juego donde se quiera matar gente, y no se quiera herir mucho la sensibilidad: si son zombies, ya están muertos.. no? )
La version de GIZMONDO (consola portátil) mantuvo toda la pureza y crudeza de la versión original con su sangre , sudor y lágrimas.
El juego rinde culto a uno de esos cuentos cortos que marcaron la historia de la ciencia ficción dura (casi horror) del siglo pasado (como los cuatro cuentos de TWILIGHT ZONE de Robert Bloch, o LOS REYES DE LA ARENA de RR Martin )