Son mundos diferentes...
El arcade tiene una magia especial: jugabas para la gente, en público, te podían retar, podías ser el gallito de tu zona o ser el gallito aspirante, los juegos eran muy jugables, directos, rápidos...
Las consolas son un pelín menos sociales: juegas sólo o con amigos, en la intimidad, sin prisas, juegas las veces que quieras... .
Los arcades tienen una gran ventaja: no los tienes en casa, hay que pagar por jugar, y las partidas son efímeras, o sea, se cumple la máxima del
lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Una consola la juegas a lo bestia, yo me pasaba juegos en 3 o 4 dias, o menos, y despues de darles duro una semana, me apetecía otro juego... cada vez la experiencia era más monótona, y al final, aburre (y no me seais cínicos, que es cierto

).
Algo mucho peor es tener una consola pirateada, tienes tantos juegos que no los valoras, saltas de uno en otro como el que hojea panfletos, y si te atascas en algún punto, tu paciencia tiene un límite de no mas de 15 mnutos para seguir en el mismo juego.
Conclusión,
el mejor sabor de boca te lo dejan los arcades, por la máxima que he citado antes. Pero por economía, comodidad y por determinados juegos clásicos que han marcado mi vida,
me quedo con las consolas.
Ciao.
