Por el contrario, las intenciones de Nintendo, como viene siendo habitual con sus últimas consolas, apuntarían por seguir en la línea de ofrecer diferentes formas de experimentar los videojuegos y no centrarse tanto en la "potencia bruta", como sí hacen sus competidores.
De confirmarse, parece que Nintendo apostaría por seguir la estela de consolas como Wii o Wii U, tecnológicamente inferiores a sus competidoras más directas en sus respectivas generaciones.
En el caso de Wii, la estrategia de Nintendo dio sus frutos, logrando vender más de 100 millones de consolas; no tanto en el caso de Wii U que camino de los tres años en el mercado se sitúa alrededor de los 10 millones.
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