(Reseña) El Restorán del Pánico (NES)
Publicado: 22/08/20 3:46
"El Restorán del Pánico", "Panic Restaurant" o "Wanpaku Kokkun no Gourmet World", es un juego lanzado por Taito para Famicom y NES en 1992.
Es una de las joyas de los últimos años de la consola, gráficamente una delicia.
En él jugaremos como "Cookie", un cocinero con bigote a lo Mario Bros. que tiene que recuperar su restorán "Eaten" que fue tomado por el malvado "Ohdove".
Para ello contará con un arsenal de enseres de cocina para enfrentar a sus enemigos a través de seis niveles, titulados respectivamente como una comida de seis pasos: 1) Appetizer, 2) Soup, 3) Salad, 4) Fish, 5) Meat, y 6) Dessert. Al final de cada uno nos enfrentaremos a un jefe, siendo el final el famoso "Ohdove", que parece un prototipo de Waluigi.
Durante el juego el cocinero contará con una sartén común, con un alcance corto, una sartén más grande con un alcance mayor, un tenedor que permite saltar sobre los enemigos para eliminarlos, platos que se pueden arrojar, una olla que nos hace invencibles por un tiempo corto similar a la estrella de los Super Mario Bros., y huevos que tira para enfrentarse al jefe final. Cada vez que nos dañen perderemos el arma que hayamos conseguido y volveremos a la sartén de alcance corto, por lo que habrá que ser cuidadoso y tratar de no resultar dañado si conseguimos un arma que nos esté ayudando más que la básica.
En cuanto al contador de vida, éste consta de dos corazones. El personaje perderá uno por cada impacto que reciba. Éstos pueden ser ampliados a cuatro mediante el uso de las pantallas de bonus y del ítem del chupetín, que nos recarga la vida y nos sube un corazón el contador. Para llenar los corazones vacíos deberemos agarrar un caramelo, y para ganar una vida extra un sombrero de cocinero que suele estar colocado en lugares bastante inconvenientes dentro de lo niveles.
Las pantallas de bonus pueden ser dos, en una el cocinero deberá agarrar los huevos que arrojan unos pájaros que vuelan por encima de su sartén, evitando agarrar una bomba, lo que producirá que termine la pantalla; en la otra deberá agarrar con una mano extensible peces que saltan del agua debiendo evitar los torpedos, que tienen el mismo efecto que las bombas antes mencionadas. Todo esto ayudará a sumar puntos, cada cierta cantidad el juego nos otorgará una vida extra.
Asimismo, al final de cada nivel podremos usar las monedas que recolectemos para jugar en una maquinita tragamonedas, donde podremos obtener desde 10.000 puntos, más vidas, rellenar el contador de vida, hasta corazones extra.
Los enemigos van desde pollos, pizzas, salchichas, zanahorias, tostadoras, brochettes aire-tierra, cebollas, manzanas que explotan en pedazos, conos de helado que patinan, hasta los jefes: una sartén pochoclera, un microondas, un wok, una hamburguesa, un cono de helado, y el dichoso "Ohdove".
También deberemos enfrentarnos con algunas plataformas, elementos dañinos de los niveles como helados que vienen desde abajo y nos empujan contra pinches provocándonos muerte instantánea, aire congelado que sale de tubos, etcétera.
El juego nos da dos vidas para comenzar, una vez que perdemos todas las disponibles deberemos usar un continue. Empezaremos en el mismo nivel en el que perdimos, pero con dos corazones en vez de los extra que hayamos podido obtener, por lo que se vuelve todo un reto continuar. Lo ideal es tratar de terminar el juego con un único continue, ya que incluso será más fácil por la mayor cantidad de puntos de vida. Perder una vez avanzado en el juego es casi sinónimo de un "Game Over" y tener que empezar todo el juego desde el principio.
Es un juego difícil que requiere algo de práctica y ejercicio de memoria. Cabe aclarar que el nivel más difícil es el quinto, lleno de muertes instantáneas que lo harán muy frustrante.
Asimismo, existen diferencias regionales entre la versión yanqui y la japonesa: el personaje de la primera es un cocinero viejo de bigotes mientras que en la segunda es un jovencito, no contando con la sartén de alcance corto pero pudiendo pegar cabezazos como reemplazo. La dificultad de la versión americana es mucho mayor con distinta cantidad y posición de enemigos y de ítems.
Versión americana, el cocinero bigotudo con su sartén:
Versión japonesa, el cocinero joven haciendo "la indolora de Zinedine Zidane":
Conclusión: Este juego es una de las joyitas de la consola, muy caro y raro en su versión original, pero presente en muchos multicarts y perfectamente emulable. En su apartado gráfico es inmejorable, al igual que en su música, pero lo que más destaco es su dificultad. La versión yanqui es todo un reto. Totalmente recomendable para putear un rato por la frustración y para desafiarnos a nosotros mismos.
Puntaje: 8.5/10. (Sería un 9 si tuviera una dificultad más equilibrada)
Es una de las joyas de los últimos años de la consola, gráficamente una delicia.
En él jugaremos como "Cookie", un cocinero con bigote a lo Mario Bros. que tiene que recuperar su restorán "Eaten" que fue tomado por el malvado "Ohdove".
Para ello contará con un arsenal de enseres de cocina para enfrentar a sus enemigos a través de seis niveles, titulados respectivamente como una comida de seis pasos: 1) Appetizer, 2) Soup, 3) Salad, 4) Fish, 5) Meat, y 6) Dessert. Al final de cada uno nos enfrentaremos a un jefe, siendo el final el famoso "Ohdove", que parece un prototipo de Waluigi.
Durante el juego el cocinero contará con una sartén común, con un alcance corto, una sartén más grande con un alcance mayor, un tenedor que permite saltar sobre los enemigos para eliminarlos, platos que se pueden arrojar, una olla que nos hace invencibles por un tiempo corto similar a la estrella de los Super Mario Bros., y huevos que tira para enfrentarse al jefe final. Cada vez que nos dañen perderemos el arma que hayamos conseguido y volveremos a la sartén de alcance corto, por lo que habrá que ser cuidadoso y tratar de no resultar dañado si conseguimos un arma que nos esté ayudando más que la básica.
En cuanto al contador de vida, éste consta de dos corazones. El personaje perderá uno por cada impacto que reciba. Éstos pueden ser ampliados a cuatro mediante el uso de las pantallas de bonus y del ítem del chupetín, que nos recarga la vida y nos sube un corazón el contador. Para llenar los corazones vacíos deberemos agarrar un caramelo, y para ganar una vida extra un sombrero de cocinero que suele estar colocado en lugares bastante inconvenientes dentro de lo niveles.
Las pantallas de bonus pueden ser dos, en una el cocinero deberá agarrar los huevos que arrojan unos pájaros que vuelan por encima de su sartén, evitando agarrar una bomba, lo que producirá que termine la pantalla; en la otra deberá agarrar con una mano extensible peces que saltan del agua debiendo evitar los torpedos, que tienen el mismo efecto que las bombas antes mencionadas. Todo esto ayudará a sumar puntos, cada cierta cantidad el juego nos otorgará una vida extra.
Asimismo, al final de cada nivel podremos usar las monedas que recolectemos para jugar en una maquinita tragamonedas, donde podremos obtener desde 10.000 puntos, más vidas, rellenar el contador de vida, hasta corazones extra.
Los enemigos van desde pollos, pizzas, salchichas, zanahorias, tostadoras, brochettes aire-tierra, cebollas, manzanas que explotan en pedazos, conos de helado que patinan, hasta los jefes: una sartén pochoclera, un microondas, un wok, una hamburguesa, un cono de helado, y el dichoso "Ohdove".
También deberemos enfrentarnos con algunas plataformas, elementos dañinos de los niveles como helados que vienen desde abajo y nos empujan contra pinches provocándonos muerte instantánea, aire congelado que sale de tubos, etcétera.
El juego nos da dos vidas para comenzar, una vez que perdemos todas las disponibles deberemos usar un continue. Empezaremos en el mismo nivel en el que perdimos, pero con dos corazones en vez de los extra que hayamos podido obtener, por lo que se vuelve todo un reto continuar. Lo ideal es tratar de terminar el juego con un único continue, ya que incluso será más fácil por la mayor cantidad de puntos de vida. Perder una vez avanzado en el juego es casi sinónimo de un "Game Over" y tener que empezar todo el juego desde el principio.
Es un juego difícil que requiere algo de práctica y ejercicio de memoria. Cabe aclarar que el nivel más difícil es el quinto, lleno de muertes instantáneas que lo harán muy frustrante.
Asimismo, existen diferencias regionales entre la versión yanqui y la japonesa: el personaje de la primera es un cocinero viejo de bigotes mientras que en la segunda es un jovencito, no contando con la sartén de alcance corto pero pudiendo pegar cabezazos como reemplazo. La dificultad de la versión americana es mucho mayor con distinta cantidad y posición de enemigos y de ítems.
Versión americana, el cocinero bigotudo con su sartén:
Versión japonesa, el cocinero joven haciendo "la indolora de Zinedine Zidane":
Conclusión: Este juego es una de las joyitas de la consola, muy caro y raro en su versión original, pero presente en muchos multicarts y perfectamente emulable. En su apartado gráfico es inmejorable, al igual que en su música, pero lo que más destaco es su dificultad. La versión yanqui es todo un reto. Totalmente recomendable para putear un rato por la frustración y para desafiarnos a nosotros mismos.
Puntaje: 8.5/10. (Sería un 9 si tuviera una dificultad más equilibrada)