
Su altísimo precio en el mercado (US$699,95), sus fracasos en cuanto a software y el mercado saturado de competidores (Sega, Nintendo, SNK, Philips, Atari, Commodore) la llevó al fracaso absoluto en 1995.
Sin embargo, la consola tenía capacidades realmente sorprendentes para la época, gráficas, de sonido y la compatibilidad con Audio CD, Video CD (mediante un add-on) y Photo CD en su lectora de 2X. También permitía conectar ¡¡8!! joysticks...
Marcas como Goldstar y Sanyo hicieron sus clones legítimos de ésta sorprendente consola.
En cuanto a su legado, creo firmemente que de no ser por ésta consola no hubieran existido otras como Sega CD y, eventualmente, PS.
Es una consola que realmente vale la pena probar, al menos una vez. Siempre le tuve ganas y nunca conseguí una, cuando encontraba alguna no tenía la plata o la compraban antes...