Es bastante curioso esto, y me sentí muy identificado con el grupo de los gamers: yo soy de los que juega a los juegos que colecciono (gamecube en mi caso) y solo me importa su funcionamiento y buen estado. Si me compro un juego precintado, obviamente lo abriría. Pero agregaría el detalle de que unicamente coleccionaría ciertos títulos, los que me interese tener, y no necesariamente TODO el catálogo, "juegos cuyo contenido le aporten algo especial"En el mundo de los videojuegos el coleccionismo es tan factible y habitual como en otros medios culturales. No pocos somos los que nos adentramos en este mundo lleno de esfuerzos económicos contínuos, búsquedas imposibles, múltiples sinsabores y enormes recompensas.
El acceso al coleccionismo en videojuegos tiene varias vertientes o perfiles pero en todas se suele empezar con un importante componente nostálgico: hacerse con piezas que soñaste tener en tu niñez pero que la falta de independencia económica imposibilitó en aquel momento. Empiezas a probar cosas de sistemas que te resultan cercanos, que viviste en su momento de esplendor y a medida que el hobby se convierte en pasión y obsesión accedes a otros sistemas y te impones nuevas metas.
Aunque se pueden ver tantos perfiles como coleccionistas hay, considero que se pueden dividir en tres grandes grupos:
El Indiana Jones: Se trata de un tipo no necesariamente amante del videojuego desde el punto de vista jugable, pero al cual la estática de producto único y con carácter propio le lleva a acometer auténticas locuras para hacerse a toda costa con un título no por su contenido lúdico sino por su concepto de rareza en lo limitado de su producción. Este tipo no escatimará en recorrer medio mundo para conseguir una de las seis unidades del Tetris de Megadrive y no dudará en pagar por ello 12000 euros o lo que haga falta. Hace poco asistimos por ebay a la subasta de un videojuego de Nes precintado de nombre Stadium Events cuya puja terminó en más de 40000 dólares USA. Este tipo generalmente es visto como un bicho raro incluso dentro de la comunidad de videojugadores ya que pocos entienden semejante inversión de dinero en un artículo cuyo contenido jugable es escaso.
El completista: Este tipo define muy bien su estrategia a la hora de decidir su objetivo coleccionable. Suelen dedicarse a completar todos los juegos que existan para un único sistema de juego y en ocasiones limitan dicha colección a una región de juego concreta, ya sea japonesa, americana o europea. Suelen ser enamorados del sistema en cuestión desde un punto de vista gamer pero su objetivo no es el de comprar esos juegos para jugarlos, de hecho lo que más valoran es que conserven el precinto original, y tampoco apelarán a la calidad jugable de cada pieza sino a lo dificultoso de conseguir la misma. A un coleccionista de Neo Geo AES le gusta mucho más tener en su colección un Windjammers que un Fatal Fury Special aunque este último sea muy superior en lo jugable al primero.
El gamer: Es un apasionado de los videojuegos como medio e incluso como arte. Su objetivo se basa en conseguir el mayor número de juegos que por su contenido jugable le aporten algo especial. Le gusta que los juegos estén en el mejor estado posible pero no necesita que estén precintados ya que los quiere para jugarlos en su sistema original, independientemente de si ya lo puede jugar en algún emulador. A pesar de lo importante del contenido jugable apela a la componente nostálgica de que cada juego debe ser jugado en el sistema para el que fue concebido.
Fuera de esta vorágine quedaría un último perfil al que se le suele llamar el juntajuegos que yo no considero coleccionista ya que su afán no es tal sino que es un tipo con cierto bagaje en el medio, que lleva muchos años comprando sistemas y videojuegos sin un criterio que responda a ningún objetivo coleccionista y a base de tiempo ha llegado a reunir un buen número de videojuegos en formato original de los que muchas veces se desprende para acceder a juegos más nuevos.
¿Y ustedes?