“Un título que probaba que los jugadores podían tolerar un videojuego con jugabilidad mediocre mientras el arte fuera bueno”… Comienzo el análisis/opinión del juego del Super Sistema de Entretenimiento Nintendo (Super NES o SNES), con una crítica que leí de Shigeru Miyamoto sobre un juego que en ese entonces provocó una revolución “videojueguil”. El Donkey Kong Country, conocido en Japón como Super Donkey Kong.
El título fue lanzado en 1994 y realmente provocó asombro en el público, tanto dentro como fuera del entorno de los videojugadores. Las propagandas de este juego salían en todos los canales, y aparecía hasta en programas que nada que ver tenían con juegos (como en “De igual a igual” de Omar Gutierrez, un programa de TV uruguayo de interés general de entrevistas y notas de todo tipo… menos videojuegos). Así que ya ven el revuelo que armó… Yo simplemente me conformaba con ver fotitos en una revista, de un juego que sabía que nunca iba a jugar… Hasta que lo hice. Y lo disfruté… Igual que me pasó con
MegaMan 7… Otro tema…
La historia comienza cuando el malvado King K. Rool se roba un cargamento de bananas que DK y Diddy deben recuperar… Simple…
Durante la aventura, podemos manejar a estos dos personajes. El gran Donkey Kong, y a su pequeño amiguito Diddy. Cada uno resiste solamente un golpe. Si nos tocan, estamos muertos, pero siempre hay una segunda posibilidad, siempre y cuando hayamos encontrado al otro personaje dentro de los barriles “DK” y nos venga siguiendo detrás. La dinámica del juego es muy buena, aunque los movimientos no tanto. Las escenas son muy bien detalladas, aunque “duras” (como en todo juego de gráficos pre-renderizados) y con cantidad de cosas que nos van a obligar a entrar de nuevo para conseguir el 100% del juego, ya que debemos agarrar monedas, entrar a los bonus, etc. Esto le da más durabilidad al juego, ya que al terminarlo, seguimos jugándolo, como pasaba con el gran
Super Mario World, por ejemplo.
Los monitos cuentan con ayuda de distintos objetos para facilitar la aventura, como las bananas, que serían como las monedas de Mario, que al agarrar 100 obtenemos una vida extra, también hay barriles con los que podemos eliminar más enemigos a la vez y unas cajas con el dibujo correspondiente a los amigos de DK, como Rambi el rinoceronte, el avestruz, la rana y un pez espada, cuyos nombres no recuerdo ahora :s.
Todos son detalles que hacen al juego bastante más divertido de lo que puede parecer.
Llegó el momento de las curiosidades. El Donkey Kong que manejamos en este juego, no es el mismo que le tiraba barriles a Mario (en aquel entonces “Jumpman”) en los años 80, sino el mismísimo hijo, Donkey Kong Junior, el protagonista del juego homónimo, ya mas crecido. Por lo que vale sacar la conclusión que el anciano Cranky Kong, es el tira-barriles que volvía locos a muchos veteranos hace varios años (a mí no, porque no era nacido :s). Pero por eso no hay que pensar que son sus últimos años, ya que en DKC3, el anciano se vuelve bastante atlético y nos reta a distintas competiciones.
Este juego tuvo dos secuelas, que quizás analice algún día: “DKC 2 – Diddy´s Kong Quest” (un juego de palabras re loco, “Diddy´s Kong Quest = Diddy´s Conquest”) y “DKC 3 – Dixie Kong´s Double Trouble”, que a su vez tuvieron sus tres respectivas versiones para el GameBoy monocromático y para el Super GameBoy, llamadas
Donkey Kong Land (excelentes títulos los tres, con escenas totalmente distintas), que poseía el mismo motor gráfico de los de SNES, haciendo las animaciones también muy fluídas. Años después, para el GameBoy Color salió este mismo juego, DKCountry, donde debo remarcar que como tirón de orejas a Nintendo y Rare, en esta versión y en las “Land” los enemigos se confunden mucho con el entorno. Por último salieron los tres “Country” para el GameBoy Advance, tres juegos que se suman a la lista de “relanzados”. Algunos casos con escenas nuevas y demás detalles. Cada uno de estos, excelentes juegos, muy buenas adaptaciones. Vale la pena adquirirlos y jugarlos un fin de semana. Cualquiera de ellos.
Como conclusión personal, no dejo de recomendar el juego. Tanto porque me gusta, como por el lugar que ocupa dentro de la industria. Pero no puedo olvidar lo que una vez dijo el señor creador de Donkey Kong y de Mario. Si se ve desde afuera, es verdad que fue un juego que provocó todo lo que provocó simplemente por ser una cara bonita, y poseer gráficos increíbles (acompañados con un artwork original hecho con muñecos) para esa fecha, los famosos pre-renderizados que demostraron que el Super NES tenía para un rato largo todavía, cuando parecía que se acababa de a poco por la aparición del primer Play Station de Sony, la competencia más fuerte de Nintendo en ese entonces junto con Sega. Pero también hay que aclarar que posee una movilidad muy buena, y la historia… es otro tema. Puntuación personal: 8 (antes había puesto 7.5, pero decidí subirle un poquito más
).