
Donkey Kong Country Returns 3D
(o: cómo robar y vivir de las remakes)
(o: cómo robar y vivir de las remakes)

Intro
Seguramente en los estudios de Nintendo, mientras contaban la plata del último juego de Mario, un diseñador de videojuegos estuvo pensando algo como: “qué juego innovador, de algún personaje nuevo, con mecánicas nunca vistas, podemos hacer?”.
Acto seguido ese diseñador fue despedido y reemplazado por uno que, con cierto miedo, opinó: “y si hacemos una remake de algún zelda o mario?” y al ver la cara de los ejecutivos que ya estaban dudando en despedirlo tiró: “...O de última un Metroid, o un Donkey Kong!”

Esto, pero en versión nipona (con harakiri tal vez?)
Revisando juegos para hacer remakes, se les cruzaron varios y apareció el Donkey Kong Country Returns para Wii, juego que recibió excelentes opiniones tanto de la crítica como del público. Había pasado poco tiempo, cosa que a la gran N no le importó, se agarraron del hype del 3D y pusieron manos a la obra.
Supongo que no les costó mucho y sacaron el juego para la portátil. Y se siguieron llenando de guita.
Este juego cayó en mis manos en el 2016. Tenía mi 3DS hambrienta de juegos y a fedeplay a mano, que, conociendo mi debilidad por el vicio me dijo “querés llevarlo?”. Eso fue el principio de un caos que duró unas semanas. El juego tiene ese “noséqué” que hace despertar a mi TOC que busca completar todo.
Después de devolverlo con el savegame al 100%, mi 3DS volvió a quedar hambrienta.
Meses después le hice un flasheo y el hambre de vicio me llevó a bajarlo de nuevo. Y ese “noséqué” se despertó de nuevo y me dijo que lo complete al 100%.

Estúpido y sensual 100%
Es el primer Donkey Kong que juego entero, por lo que no puedo ofrecer una comparación con los previos. Sólo puedo decir que lo disfruté mucho y me pareció genial. Y me picó el bicho para terminar alguno de SNES.
Historia
La historia no importa mucho (como siempre), hay un malo que le roba bananas a Donkey Kong y el mono tiene que ir a recuperarlas. En el medio de los niveles va juntando bananas, pero no son las bananas que le robaron. Así que supongo que las bananas tienen algo “especial” adentro, o es un tema de orgullo, de que a Donkey Kong NADIE le roba sus bananas.
Y en el medio creo que los malos hipnotizan a otros bichos de la isla, por lo que Donkey Kong tiene que repartir un par de sopapos para despertarlos.
Jugabilidad
Los controles se sienten bien cómodos. El mono puede saltar, golpear el piso, hacer un par de vueltas carnero para avanzar de manera más veloz y soplar mientras está agachado, también puede agarrar barriles y usarlos como arma, o subirse a techos y quedar agarrado.
Después durante algunos niveles, puede agarrar un barril con un logo, que al reventarlo se te suma Diddy Kong en la espalda. Al tener a Diddy, podés hacer un par de cosas extra, como activar una especie de cohete y lograr que los saltos sean un poco más largos, o hacer las vueltas carnero de forma indefinida.
Cuando el mono va solo, puede tener hasta 2 corazones, que representan la cantidad de veces que puede ser golpeado hasta perder una vida. Cuando va en conjunto con Diddy, esta cantidad se eleva a 4, pero si es golpeado 2 veces, se pierde al monito.
Uno puede ir juntando bananas y al llegar a 100 accede a una vida más. Y también puede juntar monedas, que las puede canjear por vidas y otras cosas en las tiendas de Cranky Kong (hay una por mundo).

Gracias a estas compras no terminé tirando el juego
Niveles
El juego cuenta con 8 mundos y un mundo extra. Cada uno es bien variado y uno va viendo diferentes aspectos de la isla, desde el bosque, la playa, un desierto o un volcán.
Dentro de cada nivel, además de terminarlo, uno puede ir encontrando diferentes secretos.
Por un lado están las letras que forman la palabra KONG. Si uno junta todas las letras de todos los niveles de un mundo, se le habilitará un nivel extra de extra dificultad. Y si uno termina todos los niveles extra, podrá acceder a un mundo “oculto”.
Otro secreto implica juntar una cierta cantidad de piezas de rompecabeza por cada nivel. Pero eso no lo hice, porque vi que nomás te habilitaban más galerías de imágenes, cosa que no me motiva en lo más mínimo (escuchaste eso Uncharted?)
Hay niveles que son una delicia, como el 4to del primer mundo, que ocurre al atardecer. En este nivel, en todo momento Donkey Kong se ve oscuro, salvo su corbata:

Beyyyesaa, nene, beyesaa
Si bien los niveles “clásicos” se disfrutan mucho, a mi parecer, son otro tipo de niveles los que se disfrutan más. Son los niveles donde uno va arriba del carrito minero o los niveles donde uno se monta en un barril que lo usa como avión. Ahí la adrenalina corre por el cuerpo mientras uno trata de no pifiarle por décima vez a la misma protuberancia para evitar morir de nuevo. Y falla. Y putea, e intenta de nuevo.
Por suerte, el juego no es mezquino con las vidas. Y uno siempre puede volver a jugar niveles más sencillos para recuperar un poco y evitar morir.
El Flappy Bird se debe morir de envidia de los niveles cohete. Ahí hay una buena “jugabilidad” donde garpa putear un poco e intentar de nuevo.

Es genial
Pero para mí la verdadera dificultad está en los niveles extra que se habilitan. Pasar esos niveles son la verdadera gracia del juego. Encontrarme jugando a las 4 de la mañana diciendo “%$@#%, me falta poco! Mañana laburo, pero me falta poco!” y seguir intentando hasta pasar ese maldito nivel (nótese que acá no puteé, pero antes sí, falta coherencia en la redacción).

No lo hago nunca más (frase vigente que se sigue repitiendo)
Otra cosa interesante que tiene el juego, es que una vez terminado un nivel, uno puede jugarlo nuevamente en un modo “Time Attack”, donde podés llevarte una monedita dorada, plateada o bronceada, de acuerdo a cuán rápido lo termines. Eso es precioso para rejugar ciertos niveles.
En fin, jugué pocos juegos de 3DS, pero a todo el mundo que tiene una le recomendaría que al menos lo pruebe.
