
Witness me
Painkiller es un FPS que nos pone en la piel de Daniel Garner, ex jugador de Independiente, amante de las camperas de cuero y de la merluza. Al sufrir el trágico accidente que terminó con su vida y la de su cónyuge, al loco Dani lo tiran en el Purgatorio porqué pintó, mientras su esposa va al Cielo. Terriblemente consternado por este error de zip code, nuestro personaje se enoja como por dos minutos hasta que un ángel llamado Samael le dice que si quiere ganarse un lugar en el Paraíso va a tener que derrotar a las fuerzas de Lucifer y a cuatro de sus generales: Necrogiant, Guardian, Swamp Thing y Alastor.
Sin mucha elección, salimos a la búsqueda para limpiar nuestros pecados con un arsenal de armas, entre la cuales se destaca la Painkiller. Me gustaría explicarles de que la va, pero no puedo ponerlo en palabras (busquen un video o imaginen un dildo que tira láser y puede convertirse en una picadora de carne). Las otras armas, más bien clásicas, como la escopeta dual barrel, incorporan un segundo tiro que puede congelar a nuestros enemigos o una chaingun con rocket launcher. Radical.

Atajate este penal.
También contamos con cartas que nos dan ciertas habilidades especiales. Podemos obtenerlas al completar diferentes desafíos que van cambiando de acuerdo al nivel, como ser matar a todos los enemigos, derrotar un jefe antes de cierto tiempo o pasar el lvl sin usar armadura. Es conveniente activarlas cuando las cosas se ponen feas, en los que una horda de enemigos nos rodea y la única salida sería la inmolación.
Durante el progreso de la historia, entre bala y bala, se presentan nuevos personajes. Una vez derrotado el primer general (Necrogiant) aparece Eve, una mina en tetas que esta más buena que cagar con la puerta abierta.
Si dependiera de mí, acá se terminaría el juego porque no hay nada más romántico que dos almas atrapadas en el purgatorio, unidas por el dolor y porque donde hay un par de tetas hay un pedazo de cielo, pero el amigo Dani solo es débil a la carne de chancho y sigue su camino por amplios mapas (un punto alto del juego). Desde catacumbas, hasta bases militares pasando por ciudades portuarias, estos mapas suelen tener cierto encanto, se siente bien andarlos y son una motivación extra para llegar hasta el último de ellos.

The way i danced with youuu♪
La música merece un apartado: estar en el purgatorio, camino al infierno, solo puede significar una cosa: METAL \m/ *cae un trueno *sacrifica una cabra *escucha Britney a escondidas. Hasta hay una opción que dice "battle music", los tipos merecen que les llueva petroleo solo por eso y también por satisfacer a mi metalero interior de 16 años.
Por todas estas cosas, y a pesar de un par de falencias Painkiller es un buen FPS, que evoca a clásicos como Doom, Duke Nukem o si se quiere algo más actual, Serious Sam. Eso es justamente lo que busco cuando juego a algo de este genero, y no un COD con su diarrea de secuelas, de esos sacan uno cada cinco días y Activision se llena los bolsillos porque a la gente le encanta comer mierda.
Painkiller en su momento pasó bajo el radar de muchos pero hizo lo que pocos, intentó volver a las fuentes con metal, mucho metal de fondo.