INTRODUCCIÓN: Luego de un digno debut, más allá de ser un poco tosco técnicamente, Crash vuelve a la PlayStation con un título más pulido y sólido en todo sus aspectos.
HISTORIA: ¿Interesa mucho? La verdad que no. Para hacerla corta, tras haber sido derrotado y arrojado al vacío por Crash al final del primer juego, Cortex tiene la suerte de caer justo en la cueva en donde se halla el Cristal Maestro. Sin embargo, para poder llevar a cabo su plan malvado supremo, el Cortex Vortex, este villano necesita 25 cristales más. De manera astuta, Vortex intentará usar a Crash para conseguir estos 25 cristales.
JUGABILIDAD: Si hay un aspecto que se mejoró con respecto a la primera entrega es precisamente este, el de la jugabilidad. Ahora es más cómodo manejar a Crash, ya que responde mejor a cada movimiento y además incorpora nuevos, lo cual es más que bienvenido. Se puede afirmar que el CB2 termina de establecer la jugabilidad que luego será utilizada en el CB3 y en el Crash Bash.
GRÁFICOS: A primera vista, pareciera no haber cambios significativos a los gráficos que presentaba el primer juego. Sin embargo, en una mirada más profunda, notamos que las líneas de los escenarios y los objetos que los componen están menos "serruchadas" Los enemigos también son un poco más detallados. Y todo esto da como resultado un apartado visual más acabado.
SONIDO: Mejores temas, mejores efectos, mejores voces. Nadie puede negar que Crash tiene uno de los mejores apartados sonoros dentro de los juegos de plataformas de la PSX.
CONCLUSIÓN: Está por detrás del Crash Bandicoot 3, que es un clásico, pero es un juego muy superior al CB original. Es un título que ningún amante del género debería perderse y que se mantiene súper adictivo a pesar del paso de los años.
PUNTAJE: Diversión asegurada. 8 puntos.
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