
Mi historia con PlayStation es medio intrincada. En 1995, a mis 12 años y transitando mi segundo año con Super Nintendo, me picó el bichito de la "nueva generación" luego de pasar por Club Taku para buscar un juego de Game Boy y presenciar cómo dos hermanos se llevaban una SEGA Saturn. Ver el Virtua Fighter en esa SONY WEGA de 29 pulgadas que todavía hoy conserva el viejo Taku, me voló la cabeza. Entonces empecé a investigar a qué nueva consola dar el salto. No podía decidirme entre la Play o la SEGA Saturn. El problema con SONY es que no tenía experiencia en el mundo de las consolas. Sí como publisher de juegos, pero no como productora de consolas. Entonces medio que me decantaba más por la máquina de SEGA. Pero lo malo de esta era su precio; era significativamente más cara que la nueva consola de SONY. Y eso le preocupaba a mi madre que tenía que pagarla. Finalmente me decidí por la Play.
La consola me la regaló mi madre, Patricia, el 5 de febrero de 1996. Pagó la cifra de 600 pesos/dólares. Era el primer modelo americano que venía con demos jugables y trailers además de aquella famosa demo técnica donde podíamos mover a un Tiranosaurio Rex. Los juegos eran caros, por lo cual por un tiempo, viví con esa demo jugable que traía muestras de Jumping Flash, Extreme Games, Battle Arena Toh Shin Den y Wipeout. El salto con respecto a la Super Nintendo era impresionante. Finalmente tuve dos juegos; el FIFA 96 y el shooter tridimensional Warhawk.

Sin embargo, tuve algunos inconvenientes. Como dije los juegos eran caros (unos 100 pesos cada uno) y no me podía dar el lujo de comprarlos con la regularidad que a mi me interesaba. Tampoco tenía algún videoclub cerca que alquilara juegos, de momento. Pero además mi televisor era un Toshiba de 1993 que no tenía entrada de video compuesto. Solo antena (RF). Y la play no venía con RF, solo compuesto. Tenía que conectar la play a la videocasetera y esta a la tv por RF para poder jugar. El problema es que la imagen tenía unos puntitos medio molestos, como una especie de ruido o interferencia que no me dejaban disfrutar al cien por ciento la consola. Y el cable RF que vendían en ese momento, el oficial de Sony, costaba lo mismo que un juego. Hay que recordar que esto era 1996 y la piratería no estaba tan propagada como llegó a estar un par de años después. Yo compraba todo original.
Además, a fines del 95' me hice fan de Queen gracias a un programa especial transmitido por TELEFE. Mi primer disco en CD fue a Kind Of Magic que me lo regaló mi abuela Gloria y podía escuchar en la Play (no tenía ningún otro reproductor de CD). Entonces, ya en Junio de 1996, ante los problemas que tenía con la Play, la falta de juegos revolucionarios y mi creciente fanatismo por la banda de Freddie Mercury, insólitamente, decidí vender la Play para comprarme un reproductor de música con CD y todos los discos de Queen que pudiera conseguir.
Si, no se qué pibe de 13 años decide vender su Play a solo 4 meses de haberla comprado, pero ese fui yo.
Lo más curioso de esta anécdota es que para venderla le mandé una carta a Action Games, la revista de juegos argentina editada por editorial Quark SRL. La gente de la revista hasta me llamó a mi casa para corroborar mis datos y en el número 49, publicaron mi carta. Terminé vendiendo la consola con los dos juegos a un chico del sur del país, cuyo padre vino hasta mi casa porque estaba en Buenos Aires y aprovechó para llevarse la consola.

Como dije antes, suena medio loco que un chico de 13 años venda su Play. Pero no me arrepiento ni un segundo. Queen es tan importante en mi vida como los videojuegos y si no fuera por esa movida que hice a los 13 años, tal vez no significaría para mi lo que significa hoy. Lo único que resiento un poco es haber tenido la consola en el periodo de tiempo que apareció el primer Resident Evil (lanzado en marzo de 1996) y no haberlo jugado cuando salió. ¿Se imaginan que lindo experimentar ese juego a los 13 años?
En 1998 apareció el Resident Evil 2 y mi interés por la Play resurgió al punto que compré el juego (trucho) y lo llevé a casa de mis primos quienes si tenían la consola. Tardes-noches dando vueltas por la estación de policía hicieron revivir mi amor por los videojuegos y mi interés en especial por la consola de SONY.
En febrero de 1999 tenía que rendir 5 materias previas de tercer año y mi tío, Guillermo, me tiró un desafío: "Si pasas de año te regalo la Play". De más está decir que pasé y en Marzo de 1999, finalmente, la Play volvió a mí, esta vez para quedarse por un buen tiempo. Ese mismo año pude disfrutar de joyas como Silent Hill, Metal Gear Solid, Medal of Honor, Final Fantasy VIII, Gran Tursimo o Dino Crisis. ¡Qué juegazos, por dios!

Mis juegos preferidos: Metal Gear Solid, Resident Evil 2, Resident Evil, FFVIII, Gran Turismo, Silent Hill, Medal Of Honor, Syphon Filter, Tekken 3, Parasite Eve, SF Zero 3 y tantos otros!
Los invito a recordar esta consola que tantas alegrías nos ha dado.

